En estos momentos difíciles que nos ha tocado vivir, confinados en nuestros hogares y sin poder desarrollar nuestras actividades diarias cotidianas, podemos aprovechar para realizar esas tareas para las que habitualmente no tenemos tiempo suficiente. Una de ellas es hacer la limpieza de armario.

Con la llegada de la primavera, comenzará el buen tiempo y podremos olvidarnos durante una temporada de los pesados abrigos y las aparatosas botas, para recuperar aquellos ligeros vestidos ya casi olvidados que guardamos hace una eternidad en nuestros trasteros y altillos.

En esta ocasión, podemos aprovechar ese tiempo extra que nos proporciona nuestro confinamiento para realizar, además del cambio de ropa de temporada, una buena limpieza. Y no sólo del armario, sino también de la ropa. En nuestro caso, vamos a empezar con la ropa de fiesta.

A lo largo de los años vamos acumulando vestidos de fiesta que generalmente nos hemos puesto tan sólo una o dos veces. Y es que cuando tenemos un evento importante, normalmente nos gusta estrenar un vestido nuevo y disfrutar así no sólo de la fiesta, sino también de la preparación previa. Buscar, probar y finalmente comprar un modelo con el que sentirnos fabulosas es pare del encanto de todo el proceso.

También es habitual que guardemos esos vestidos año tras año, a pesar de que sabemos que probablemente no volveremos a ponérnoslos. Para este año, os proponemos una solución que permitirá hacer hueco en vuestros armarios.

Qué hacer con los vestidos de fiesta de años pasados

Como ya hemos comentado, todas tenemos en el armario un montón de vestidos de fiesta, de diferentes estilos y épocas, que o bien ya no nos valen, o que no nos vamos a poner porque, como todo el mundo sabe, en los eventos importantes no se repite vestido.

Para hacer una buena limpieza de este tipo de ropa deberemos seguir los siguientes pasos:

1. Saca todos los vestidos que tengas en los diferentes armarios y colócalos juntos, y si es posible que los puedas ver todos.

2. Selecciona aquellos que no quieres perder, bien por motivos sentimentales o por cualquier otra razón, y vuelve a guardarlos. Por ejemplo, el vestido de tu boda, o si has sido madrina de la boda de tu hijo.

3. Con el resto, debes hacer varias distinciones:

• Vestidos de otras tallas: si el vestido es más grande, es momento de quitarlo del armario. Así, si cogemos unos kilitos y nos invitan a un evento, no caeremos en la tentación de aprovecharlo, y será más fácil tratar de volver a nuestra talla. Si el vestido es más pequeño, y hace mucho tiempo que no nos vale, también es conveniente retirarlo.

• Vestidos pasados de moda: los modelos de otras temporadas se nos pueden haber quedado desfasados. Eso sí, antes de deshacernos de ellos deberemos echar un vistazo a las nuevas tendencias, por si se vuelven a llevar. Por ejemplo, en la primavera de 2020, han vuelto los vestidos con estampados atrevidos, así que si entre tus prendas tienes alguno, piénsatelo dos veces antes de desecharlo.

• Vestidos de los que estamos cansadas: a veces, cuando nos ponemos un vestido de fiesta en varias ocasiones, acabamos un poco cansadas de verlo, y no nos lo volvemos a poner nunca. Pero casi siempre, estos modelos son actuales y están en perfecto estado.

4. Una vez seleccionados los vestidos, podemos deshacernos de aquellos que están deteriorados o bien son muy desfasados, pero con los demás, te proponemos que hagas un intercambio con tus amigas o familiares. Organiza una reunión en una casa, que cada una lleve los vestidos que considere oportunos y así podréis verlos y quedaros con los que os sienten bien. Puede ser una manera divertida de pasar una tarde, probando modelitos y poniéndos al día. Eso sí, tendrás que esperar a que el Coronavirus pase. Mientras, ya sabes, #Quédate en casa.