La historia de las damas de honor y su significado se ha transformado a lo largo de la historia y varía dependiendo de las tradiciones culturales de cada época. Así, por ejemplo, en la antigua Roma, se vestían todas igual que la novia para evitar que esta fuera atacada por los malos espíritus o por quien quisiera robar su dote o su virtud.

En la Europa medieval, sin embargo, la dama de honor es el antecedente de lo que hoy se conoce como el paje o la niña que lleva las arras o las flores hasta el altar y que precede a la novia en su camino hasta este.

En España, sobre todo en las bodas religiosas, no era frecuente que existiera esta figura. Pero, actualmente, es una tendencia cada vez más popular. Son amigas de la novia y se encargan de ayudarla en los preparativos los días previos y el mismo día del evento.

Ser elegida dama de honor es un gran privilegio, ya que la novia las selecciona entre sus personas de mayor confianza.

Consejos para ser la perfecta dama de honor

A la hora de elegir el vestido perfecto como dama de honor, deberás ponerte de acuerdo con el resto de ellas, suponiendo que haya más de una. Lo más importante en este punto es que tengáis en cuenta las preferencias de la novia.

Puesto que asumiréis cierto protagonismo, tanto en la ceremonia como en la celebración posterior, es importante que vuestros modelos estén acordes con el tipo de evento que hayan decidido los novios.

Aquí te dejamos unos consejos que te pueden ayudar a la hora de acertar para ser la dama de honor perfecta.

• Los vestidos

Es importante decidir entre las damas de honor y la novia si los vestidos serán todos iguales o no. Hay diferentes opciones. Tradicionalmente, las damas de honor suelen llevar un mismo vestido, del mismo color y exactamente igual. Pero la tendencia actual es escoger un mismo color pero con vestidos diferentes.

Esto tiene varias ventajas, pero la más importante es que no todas las damas de honor tienen el mismo cuerpo. Y de esta manera, cada una podrá elegir el estilo de vestido que mejor la siente.

En cuanto al tipo de modelo adecuado, dependerá básicamente de cuándo, dónde y cómo sea la boda. Si es de día, es conveniente optar por un vestido corto de boda, mientras que si la celebración es por la noche, puedes elegir un modelo largo de fiesta.

El color puede ser cualquiera, excepto blanco. Y, al igual que en el caso anterior, serán más apropiados los vestidos de colores claros para el día y vestidos de colores más oscuros por la noche.

• Los complementos

Otra forma de hacer destacar a las damas de honor, que está teniendo mucha aceptación últimamente, es mediante los complementos.

En este caso, cada una elegirá el vestido que quiera. Pero, por ejemplo, todas las damas de honor podrían llevar el mismo tocado o pamela.

Si la novia prefiere esta opción, también podemos destacar de los demás invitados llevando una réplica del ramo de la novia. Aunque es importante que sea de un tamaño más pequeño, para no quitarle protagonismo.

• El maquillaje

Sobre el maquillaje no suele existir un protocolo especial que sea diferente que el que se lleva a cabo para cualquier otro evento elegante. Es decir, que sea discreto y seguir la máxima de “menos es más”.

Aunque si la novia ha decidido que vayáis todas iguales, es conveniente que os pongáis de acuerdo también en el tipo de maquillaje que utilizareis.